En tinieblas me muevo cuando no estás,
Y tropiezo con pedazos de recuerdos rotos,
Deambulo por la vida sin esperanza,
Y se derriten lágrimas amargas de pesar y dolor.
Todo es oscuro, carente de luz,
Con titánicas horas enfurecidas,
Se debaten mis sueños y mis fantasías,
Sin ti, qué triste es la vida.
Camino cabizbajo, sediento de tu aroma,
Añorando tus abrazos y el calor de tu piel,
Con una inmensa necesidad de ti,
Y unas ganas insaciables de tenerte.
Pero sintiendo que la vida es cruel
En ocasiones y sin porqués,
No me resigno a vivir auxiliado,
Y con más fuerza te imagino,
Aquí, entre mis brazos.