lunes, 20 de junio de 2011

Aunque ignores que te quiero




Descansaron mis brazos rodeando tu cintura,
Así en silencio, escuchando tan solo los latidos de tu corazón y el mio,
Adsorbiendo cada sensación, que tan profundamente penetraba mis sentidos.
Alargando la interminable agonía de no poder tenerte, como yo quisiera.

Tan solo puedo mirarte, y mirarme en tus ojos que no pueden ver mi deseo.
Y mis pupilas locas evaden observar tu boca, y otras partes de tu cuerpo,
Que he imaginado mil veces.

Son tantos los momentos, las horas, los instantes en que te deseo,
Que ya mi cuerpo se ha acostumbrado a poseerte en sueños,
Ya te siento tan mió, aunque ignores que te quiero.