viernes, 15 de mayo de 2009

AMAR SIN CONDICIONES



En un mundo como el nuestro, que vive en constante cambio hacia la evolución es difícil entender si realmente existe amor sin condiciones.
Te amo pero, tienes que cambiar algunas cosas
Te quiero pero si fueras mas atento y cariñoso
Me gustas pero si no tuvieras 3 hijos seria un éxito
Si no arreglas tu cuarto y te portas bien, no te voy a querer
Me encanta estar contigo pero no me interesa una relación por ahora
Te quiero mami pero mandas tanto
Hay tantas formas de querer, de amar, de sentir y condicionar, que espanta,
Duele, y marcan.
Si no haces esto o aquello, entonces no, mi amor hacia ti es condicional, te quiero y te acepto si haces lo que la sociedad ha impuesto que debes hacer, lo que yo creo y considero que es correcto que debes hacer a pesar de lo que sientas o creas tu, y si no lo haces, lo siento, entonces debo castigarte porque no te amare hasta que hagas lo que tienes que hacer.
Por esto he llegado a la conclusión de que solamente Dios puede amar incondicionalmente.
Que opinas tu?

lunes, 11 de mayo de 2009

RECUERDO



Hasta que punto se nubla mi mente con tu ausencia
En que vieja esquina logre dejar tu aroma
Porque aun siguen persiguiéndome tus besos.

Se me olvida recordarte,
No me acuerdo de pensarte,
Y tu recuerdo sigue vivo,
No lo entiendo, solo siento.

En que extraño lugar te encontré
En que preciso momento te perdí
Hasta que punto te di de mi
Cuanto pude recibir.

Porque siento extraña tu ausencia.

UN CUENTO



EL ARABE y EL JUDIO

Un árabe le pidió dinero a un judío y éste se lo
prestó.
Sucede que el árabe jamás había pagado una deuda
y el judío jamás había perdido un solo centavo en
ninguna transacción.

Pasó el tiempo y el árabe se le había estado
escondiendo al judío hasta que un día se encontraron
en el bar de un gallego.
Allí comenzaron a discutir, el árabe
acorralado, o encontrando otra salida, sacó una
pistola se la puso sobre la sien y dijo:
¡Podré irme al infierno, pero no pagaré esta deuda...! .
Así que apretó el gatillo y cayó muerto de inmediato.

El judío no quiso ser menos, así que agarró la pistola del árabe, se
la puso sobre la sien y dijo antes de disparar:
¡Voy a cobrar este dinero aunque sea en el infierno...!

Un gallego, que había observado todo,quedo impresionado,
tomó la pistola, se la puso sobre la sien y dijo:
¡Coño!, por nada del mundo me pierdo este pleito.