miércoles, 14 de julio de 2010

AMANECE



Amanece
Y el sol hace su entrada lenta, pausadamente, bañando de luz la aurora, seduciendo con su encanto la naturaleza, las flores, los arboles, el mar, los ríos, invitando a disfrutar cada segundo de ese instante único y mágico que sucede cada mañana, pero nunca es igual.
No existen dos días en que sus rayos quemen con la misma intensidad, ni su calor sea de la misma profundidad, te enamora con su cara redonda y a veces singular, sonriente, desafiante, un fenómeno natural y al mismo tiempo grandioso, si lo puedes contemplar, y no te asombra entonces medita porque te persiguen las sombras.

REALIDAD


A veces siento que la madrugada se me confunde con tu nombre, y en mis sueños disfruto del aroma de tu piel, el calor de tus manos, la plenitud de un beso, el canto de un te quiero y logro relajarme y dormir.
Son tantos los sueños, los deseos, las fantasías, te veo, siempre vestido de negro, mi color favorito, que hace ver tu piel más bonita, y tus ojos más claros, tu sonrisa transparente y luz labios de miel.
Y allí, nos vamos lejos, a otros planetas, visitando pléyades, y contemplando sus lunas rosas, escuchando el silbido del viento y danzando entre estrellas azules y violetas. Nuestras almas se encuentran, de nuevo, ávidas de amor, de ese que solo sabemos  tú y yo.
Entonces al llegar la mañana, y salir el sol, se esfuman mis sueños, pues no estás a mi lado amor

martes, 13 de julio de 2010

RECUERDOS


Recuerdos
A veces caprichosos, a veces traicioneros, de vez en cuando nos llegan sin hablar, sin preguntar, de repente y de a porrazo, llenándonos de sensaciones extrañas, hablándonos de alegrías y fracasos.
Recuerdos a veces rotos por los años,  otras veces tan completos que podríamos recitarlos, aquellos hermosos que perduran con los años,  y que añoramos. Otros son densos, quisiéramos borrarlos, arrancarlos del alma sin dejar rastro.
Pero que seria de la vida sin esos recuerdos, sobre todo de los gratos, una sonrisa, un beso, aquel gran abrazo. Y de aquellos no tan buenos que preferiríamos no pensarlos, son los que nos ponen en alerta, un quizás, un por si acaso, repetirlos nuevamente, ya sabemos, nos percatamos, de que sin importar el tiempo, la experiencia que tengamos, será el mismo desenlace que aquella vez que empezamos.
Quizás por ese motivo,  los recuerdos sean necesarios para poder avanzar en la vida,  tener nuevos comienzos y así, las experiencias de hoy sean más recuerdos gratos que en otros años.